
Construida en 1804 recibe su nombre en honor a San Vicente Ferrer, el cual según se cuenta predicó en este lugar el año 1410 en su peregrinaje a tierras de Castilla. Cada año se conmemora a la fiesta de San Vicente Ferrer el lunes siguiente al de Pascua, y a su ermita acuden gentes de La Nucía, Altea y Alfaz del Pi.